Evite...
- Hablarle como si lo supiera todo, sin escuchar sus opiniones y sus vivencias.
- Ignorar los problemas escolares y personales de hijos/as porque considera que son “cosas de niños”.
- Adoptar medidas de coacción, sin razonar, que limiten su libertad abusivamente.
- Mantener posturas excesivamente permisivas.
- No tener tiempo para ellos.
- Ocultar información en todo aquello que les pueda afectar ahora o en el futuro.
- Que dependan de usted, excesivamente y sin necesidad.
- Que exista contradicción, con respecto a la educación de sus hijos/as, entre el padre y la madre.
- Hacer de su hogar un sitio inaguantable.
Procure...
- Escucharles y razonar cuando no esté de acuerdo con sus opiniones.
- Seguir su rendimiento escolar y atender a los problemas que vayan surgiendo en su desarrollo.
- Ayudarles y facilitarles la comunicación con los demás.
- Informar a sus hijos/as sobre el tema desde los 10 u 11 años, con veracidad y credibilidad, dosificándoles la información según la edad.
- Formarse para poder informar, y recupere (si es que lo ha perdido) su papel educador.
- Reducir su consumo habitual de drogas tradicionales (alcohol, tabaco, etc.). No olvide que somos un modelo a imitar.
- Sugerir actividades de tiempo libre, deportivas, culturales, fomentándolas desde la familia.
- Facilitar el contacto a sus hijos/as con asociaciones juveniles, grupos deportivos y ecológicos, alentando su integración en estas actividades.
- Fomentar la creatividad, enseñándoles a resolver posibles nuevas situaciones.
Texto de la "Guía para padres y madres preocupados por las drogas", Editado por:
Junta de Andalucía
Consejería de Asuntos Sociales
Comisionado para las Drogodependencias
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